Cortometraje
Se ha impuesto una idea peligrosa: La cultura sólo sirve para entretenerse. Es un lujo. ¿Por qué desde fuera se ve este sitio como un parque de atracciones soleado? Quizás nos hemos vendido mal y barato. ¿Podemos cambiarlo o es inútil? Urge apuntar la pistola hacia nosotros. Si consideramos la cultura como un entretenimiento puro seremos Pinocchio en la isla del placer. Jugando, durmiendo y riendo mientras nos convertimos en burros que ya sólo sirven para cargar piedras.