Cortometraje
En un escenario ideal, el teatro es un lugar de reflexión colectiva en el que cualquiera puede ser, uno de los últimos espacios de libertad que nos quedan.
Si hay libertad en el teatro, también debería existir en su publicidad. Y la más libre de las publicidades sería la capaz de cuestionar su propio producto y consumidor.
El teatro es sólo la llama, pero es el público quien debe agitarla.